La quínoa es un pseudocereal integral, que se ha puesto muy de moda debido a sus características: es sencillo de cocinar y no tiene un sabor determinado, sino que se puede combinar muy bien con lo que le pongas y, además, se puede tomar caliente y en forma de ensalada.
Pero lo más importante de la quínoa son sus propiedades: posee todos los aminoácidos esenciales, tiene un alto contenido en vitaminas y minerales: hierro, fósforo, potasio, calcio, zinc y magnesio.
Es perfecta para los diabéticos ya que su almidón es de bajo índice glicémico y aún más baja es la carga glicémica que llega a sangre, ya que al ser integral tiene un alto contenido en fibra.
Es ideal para los celíacos porque sus ácidos grasos no contienen gluten.
Su alto contenido en fibra la hace ideal para eliminar toxinas y residuos del intestino. Además, es una gran aliada de dietas hipocalóricas para conseguir perder peso.
Te ofrezco una receta que desde que la hagas el primer día, entrará dentro de tus opciones de verano, por tener las tres “S” Sabrosa, Sencilla y muy Saludable
Ingredientes:
1 vaso de quínoa
2 vasos de agua
1 manzana
1 aguacate
Maíz y pepino (opcional)
Un poco de perejil
Para el aliño necesitarás:
El zumo de 1 limón
1 cucharadita de mostaza (antigua)
Una pizca de sal y pimienta
Un chorrito de aceite de oliva extra virgen
Cocina la quínoa
Primero, limpia muy bien la quínoa. Te recomiendo que la coloques en un bol con agua, la remuevas y después escurras el agua. Repítelo unas 5 veces o hasta que el agua no se vea turbia.
Coloca los dos vasos de agua a hervir y agrega la quínoa.
Cocina a fuego medio durante 15 minutos. Después, tápala durante unos 10 minutos más. Déjala reposar hasta que se enfríe.
Corta todos los ingredientes muy pequeñitos. Luego prepara la salsa mezclándolo todo minuciosamente.
Coloca la quínoa y todos los ingredientes en un bol y agrega la salsa mezclándolo todo muy bien.
Mi consejo es que la tomes bien fresquita de la nevera.